viernes, 29 de julio de 2005

Como el destino se rie de nosotros

Dos años ahorrando para pagarme un master en madrid, dos años plneando emanciparme, dos años intensos esperando ese momento, para que un puto pedrusco se lo lleve mientras pasas por encima con tu coche. Su crugir bajo el coche sonaba como una risa malefica del destino, que a medida que pasaban las horas comprobaba como se iva undiendo mi sueño. Dos años que se acaban de esfumar en una reparacion de 2.300 euros.
El destino me la tiene jurada, pero os juro que le voy a seguir dando guerra.

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